jueves, 25 de octubre de 2012

Hacer SEO sin hacer SEO


Con tantas actualizaciones parecería que hacer SEO es un juego en el que siempre vamos a perder. No importa que tanto le intentes, parece que en cuanto das con algo que funciona, aparece Mr. G y lanza una actualización para quitarlo.

El acomodo de palabras clave, que tanto trabajo cuesta para algunas frases, de pronto se convierte en keyword stuffing, el buen manejo de los tags de vuelve “sobre optimización” y los enlaces, que tanto cuesta conseguir, se convierten en un problema.

¿De qué sirvieron tantos años de probar y hacer tantas cosas?

La realidad es que siguen sirviendo. Cada nuevo proyecto que saco para algún nicho de mercado tiene el mismo “script” que todos los demás. Hago lo mismo que hice, una y otra vez, para levantar los que ya tengo.

Claro que ahora lo modifico para que no me estén penalizando, pero la cosa es así. Y la bueno es que funciona. El famoso SEO no está muerto ni nunca lo estuvo. Simplemente se convirtió poco a poco en algo parecido al spam.

Aunque hay algunos tipos con motivos ocultos, la realidad es que el spam se hizo para vender. Software, ebooks, pastillas, porno, lo que tú quieras. El problema es que, en su afán de ventas, lo hace mil veces seguidas.

¿Se te hace conocido? ¿”Yo no soy spammer”, dices?

Poner palabras clave funcionó: ¡a poner palabras clave! ¿2.5 a 5% de palabras clave? ¡PRRRR! ¡Mejor 10% o más! Nació el keword stuffing.

¿El contenido es rey?: ¡A crear contenido! Scrapers, spinners, sindicación, RSS… lo que sea con tal de tener mucho rollo que los buscadores lean. Nació el Panda.

¿Enlaces de entrada?: ¡A conseguirlos! Directorios, comentarios espamosos, enlaces comprados, splogs… Nació el Pingüino.

¿Ya viste el patrón? Básicamente hemos hecho lo que el humano ha hecho siempre con todo: encontramos algo que funciona y lo machacamos hasta que deja de funcionar. De ahí, buscamos otra cosa.

¿Por qué es tan difícil para nosotros mantener un equilibrio? Parecería que nos pagan por echar las cosas a perder.

La gran mayoría de los problemas de recursos en el mundo son precisamente porque no buscamos ese equilibrio.

En el caso de la optimización para buscadores, puedes imaginar que quitamos la capa de ozono con tantos links comprados y contenido pirateado.

¿Al final qué queda? Volver a lo que siempre debimos hacer: concentrarnos en el contenido y después complementarlo con algo de SEO. Lograr el equilibrio.

¿Qué técnicas funcionan para SEO? TODAS. Las actualizaciones del algoritmo buscan el exceso, lo antinatural y lo engañoso. Si nunca hubiéramos tratado de tener ventaja, todo este relajo no habría sucedido.

Pero vamos… ¿eso cuando va a pasar? Seguimos siendo humanos…

Así que en la búsqueda de la supervivencia en el mundo de la optimización, deja la optimización para después. De esa manera, tus esfuerzos no se verán destruidos por una actualización.

¿No?



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